A mediados del siglo XIX dos mujeres se embarcan en un barco hacia Nueva Zelanda donde forjarán una amistad más allá del tiempo.
A pesar de que Gwyneira viaja en primera clase y Helen, institutriz de profesión, junto a cinco chicas de un orfanato, las dos comparten un mismo destino, casarse con un hombre a quien no conocen. Pero la verdadera razón que las ha llevado a aceptar tan extraña empresa, en un mundo lejano, extraño y en pleno proceso de colonización, no ha sido encontrar el amor y la comodidad como amas de casa, sino para apagar el ardiente deseo de aventuras que está latente en las dos e intentar escapar de una Inglaterra plagada de convencionalismos sociales.
En Nueva Zelanda encontrarán una tierra llena de oportunidades pero igualmente difícil para una mujer, Con el viaje y la esperanza de una vida mejor cogerán las fuerzas que necesitan para labrase su propio destino. El verdadero reto de estas mujeres será renunciar a sus arraigadas costumbres de la época victoriana para descubrir quién son realmente.
A la hora de recomendar este libro debo ser flexible, se que hay un gran grupo de lectores y lectoras que disfrutarán mucho de su lectura. Con solo leer la reseña se identificarán ellos solo. Por mi parte ya he leído demasiados libros con esta estructura: mujer condenada a vivir en una época para la que no está hecha debe luchar con diversas dificultades, causadas especialmente por los hombres hasta que encuentra su final adecuadamente feliz. A los primeros se la recomiendo, porque de verdad la historia engancha; a los que más bien se identifican conmigo no se la recomiendo porque hay otras novelas que aún nos pueden sorprender en materia de amor y aventuras.
